Hoy he podido sonreír... pero a la vez, en una de esas sonrisas se ha ocultado un sentimiento que en estas fechas tan señaladas no podía faltar... hoy he tenido el valor de recordar a dos personas que me hacen mucha falta... dos personas que no han podido ver mi sonrisa, dos personas que no podrán verme hacerme mayor de edad ni sacarme el carnet de conducir ni entrar en la carrera si lo consigo...
Hoy no me ha quedado más remedio que acordarme de esas dos personas... de un cáncer de pulmón que yo asimilé para hacer fuerte al resto pero no me di cuenta de que así me debilitaba yo por dentro... evité que me vieran llorar pero luego me lo tragué yo entero, evité decirle adiós cuando estaba mi abuela delante porque sabía que no faltaba mucho pero aun así sabía que no iba a volver a verle y quizás de lo que más me arrepiento es de no haber cambiado de autobús ese mismo día que necesitaba verle y en vez de ir a la escuela de idiomas irme al hospital a llevarle una rosa y despedirme de él...
Y por supuesto no me he podido olvidar de un accidente de moto a 700 kilómetros de aquí que me quitó un trocito de vida, un coche que se salta un semáforo y una caída que provoca un derrame cerebral en un hospital con una distancia suficiente como para que no pudiera hacer nada... unas últimas palabras que pronuncian mi nombre y yo aquí, lejos, sin poder hacer nada y simplemente esperando una llamada que me dijeses que todo iba bien y que nunca llegó...
Ojalá pudiese cambiar ese pasado... hay ciertas cosas que no se las merece nadie... y este año, posiblemente el que más feliz tendría que estar, pienso en que ojalá les llegue mi sonrisa más deslumbrante sin aparato y que dentro de 10 días me tiren de las orejas allá donde estén... yo lo echaré de menos... como hago cada 2 y cada 14 de todos los meses del año desde febrero y septiembre de este mismo...