2.2.14

Perfección

Imaginemos la perfección absoluta.
Cada persona tendrá sus propias ideas de las características requeridas por la persona completamente perfecta para él o ella pero por lo general, la sociedad occidental se guía por unas pautas y normas "invisibles" clave, como son la sinceridad, la fidelidad, las demostraciones de afecto, etc.
Bueno, pues ahora probemos una cosa. Probemos a imaginar cómo sería un día con esa persona perfecta en el presente o en el futuro (los pasados no valen, son sólo recuerdos) y describamos con todo lujo de detalles a esa persona.
Por lo general, será un hombre o mujer, dependiendo de los gustos de cada uno, que sea atento, detallista, sincero, fiel, divertido, amable, simpático, alguien en quien puedas poner de pleno toda tu confianza, un compañero de viajes y el viaje más largo es la vida. Siempre puede haber excepciones, que para gustos se hicieron colores.
Pero ahora responded una cosa, ¿alguien se ha imaginado una discusión con esa persona perfecta? ¿una voz más alta que otra? ¿un día de lluvia en vez de todo soleado y lleno de pajaritos cantando por el cielo? Seguro que no, porque nuestra visión de la perfección sigue siendo exactamente eso, lo que esperamos, lo que anhelamos y lo que no conseguimos. Y no lo conseguimos, no porque realmente no se esté dando así, sino porque se complementa con esas discusiones, esos distintos puntos de vista, tormentas que sólo se puede esperar a que pasen, etc. Son simplemente "ruido" en medio de una melodía pero ahora pregúntate otra cosa: ¿sabrías apreciar la perfección sin esas discusiones? ¿Sabrías apreciar lo que tienes antes de ver que se va? ¿Sabe mejor un beso al llegar a casa o un beso para callarte cuando estás gritando en medio de una discusión? Yo, personalmente, tengo que conocer la soledad para saber lo que es la compañía y, sin duda, me sabe mejor un beso que me calle en una discusión, que uno que se da porque sí, porque el último va acompañado de algo de cariño, pero el primero es una fusión de sentimientos. Es un beso impregnado en la furia de los gritos, la frustración de no saber qué decir, la pasión de la otra persona y un "cállate que te prefiero así".
Por todo esto creo que no sabríamos apreciar la perfección sin esas pequeñas cosas que lo hacen imperfecto. Lo perfecto es aburrido. Las imperfecciones es lo que hacen la vida un poco más divertida y mejor.

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