24.5.12

Lección de amistad



Definición según la RAE:
Amistad: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
Yo, sinceramente, añadiría a esa definición una taxonomía propia que, estoy segurísima, utilizamos todos.
Hay que saber distinguir entre los conocidos, los amigos de nuestros amigos, los compañeros, los acompañantes de fiestas, los amigos y los verdaderos amigos.
Cada uno de ellos tiene un trato distinto con nosotros y por tanto reciben un trato distinto por nuestra parte.


Los conocidos son esas personas que conocemos (valga la redundancia) de vista y somos cordiales con ellos por educación.
Los amigos de amigos normalmente suelen ser compañeros de fiesta también o conocidos porque les has visto una vez nada más.
Los compañeros son aquellos que te prestan los apuntes en clase, te echan una mano cuando lo necesitas, te ayudan a no perderte prácticas porque te has puesto malo un día y te ponen al corriente de todo lo que ha pasado si se lo pides.
Los acompañantes de fiesta pueden ser unos días unos, otros días otros, pero pueden ser de todas las otras categorías al mismo tiempo.
Los amigos son aquellos con los que hablas, sales de fiesta, a tomar algo, a dar un paseo, haces planes de veraneo, lo pasáis bien juntos, etc.


Pero los más importantes y los más escasos (por eso son tan especiales) son los amigos de verdad. Son aquellos que están contigo tanto para irse de fiesta como de funeral o a darte una sorpresa si te ingresan en un hospital. Son esos que forman parte de la misma persona, aquellos que si te faltan te sientes vacío. Aquellos a los que les cuentas un mal momento y se plantan en tu casa en 5 minutos (estén donde estén) con una bolsa de palomitas, una tarrina de helado y una buena película. Esos con los que ríes a carcajadas hasta no poder más porque te dan agujetas y que al mismo tiempo pueden convertirse en un pañuelo de lágrimas para ayudarte a secar el mar que tienes por delante. Son los que te miran a los ojos una buena mañana y mientras el resto de las categorías te dice "ala, qué guapa estás, qué feliz se te ve", "qué bonita sonrisa, sigue así que me encanta", ellos ven más allá, saben leer en tus ojos que esa sonrisa no es de felicidad, que quieres echarte a llorar pero tu orgullo no te deja hacerlo ahí delante y te apartan, te meten en un sitio para estar solos y puedes llorar a gusto porque, aunque no les guste verte así, sabes que son tu mayor apoyo, que son parte de ti y que si antes de un examen necesitas oír un consejo antes que un "ánimo y deja de pensar en ello, que no merece la pena" ellos dan el consejo adecuado.
Son ese tipo de personas que desearías haber conocido mucho antes pero que por alguna razón no ha sido así y en el fondo es mejor porque los niños no saben tratar a los amigos, sólo jugar con ellos.



Por todas esas personas que han venido a verme al hospital, gracias.
Pero por esas personas que sorprenden, animan y se presentan sin pensárselo dos veces nada más enterarse, MIL VECES GRACIAS. Porque eso son amigos de verdad.


Os quiero muchísimo ;)